Los astrónomos han presenciado por primera vez el nacimiento de una supernova. «Durante años hemos soñado con ver una estrella justo en el momento de su explosión, pero encontrar una es algo que pasa una vez en la vida», ha dicho Alicia Soderberg, de la Universidad de Princeton y líder del equipo internacional que publica hoy el hallazgo en 'Nature'.
Una supernova nace cuando una estrella de gran masa agota su combustible nuclear y se colapsa bajo su gravedad hasta formar un objeto tan denso que una cucharada de materia pesa millones de toneladas, una estrella de neutrones. Los astrónomos habían visto hasta ahora supernovas días o semanas después de nacer, pero ahora han observado en el acto gracias a un observatorio orbital.
El satélite 'Swift' observaba el 9 de enero una supernova en una galaxia situada a 90 millones de años luz cuando, de repente, captó una llamarada de rayos X de cinco minutos de duración procedente de otro punto de la galaxia. Era el espectacular nacimiento de la supernova que ha sido bautizada como SN 2008D, a la cual en los días siguientes apuntaron el 'Hubble', 'Chandra', los radiotelescopios de Nuevo México, varios telescopios de Hawai, el de Monte palomar y otros.
«Es una supernova típica. Lo importante no es la explosión en sí, sino que el hecho de verla en tiempo nos da una oportunidad sin precedentes para estudiar el proceso de la explosión», ha dicho Stefan Immler, del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA y uno de los autores. En realidad, SN 2008D explotó hace 90 millones de años, cuando los dinosaurios dominaban la Tierra, porque está tan lejos que la luz del estallido ha tardado todo ese tiempo en llegar hasta nosotros.
Una supernova nace cuando una estrella de gran masa agota su combustible nuclear y se colapsa bajo su gravedad hasta formar un objeto tan denso que una cucharada de materia pesa millones de toneladas, una estrella de neutrones. Los astrónomos habían visto hasta ahora supernovas días o semanas después de nacer, pero ahora han observado en el acto gracias a un observatorio orbital.
El satélite 'Swift' observaba el 9 de enero una supernova en una galaxia situada a 90 millones de años luz cuando, de repente, captó una llamarada de rayos X de cinco minutos de duración procedente de otro punto de la galaxia. Era el espectacular nacimiento de la supernova que ha sido bautizada como SN 2008D, a la cual en los días siguientes apuntaron el 'Hubble', 'Chandra', los radiotelescopios de Nuevo México, varios telescopios de Hawai, el de Monte palomar y otros.
«Es una supernova típica. Lo importante no es la explosión en sí, sino que el hecho de verla en tiempo nos da una oportunidad sin precedentes para estudiar el proceso de la explosión», ha dicho Stefan Immler, del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA y uno de los autores. En realidad, SN 2008D explotó hace 90 millones de años, cuando los dinosaurios dominaban la Tierra, porque está tan lejos que la luz del estallido ha tardado todo ese tiempo en llegar hasta nosotros.
Científicos de la Universidad de Princeton, EEUU, captaron el momento exacto del nacimiento de una supernova, un acontecimiento del que sólo se tenían imágenes de horas o días después de ocurrido, según un estudio publicado por la revista Nature. La mayoría de las estrellas masivas terminan su corta vida en medio de una espectacular explosión, que da lugar al nacimiento de una supernova.
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